Monday, October 09, 2006

El Vagabundo.

Trasladó sus ideas a otra parte y dejó correr el tiempo.

Las horas pasaban lentas, pero al fin y al cabo pasaban y de este modo su cabeza se iba aclarando poco a poco, su corazón comenzaba a despertar y así la vida se iría encendiendo.
"La distancia lleva al olvido y cuanto más tiempo pase menos recordarás tiempos pasados.... (se repite el vagabundo una y otra vez en su cabeza)".

Huyó despavorido como si de un cobarde se tratara, nunca la vida le ofreció facilidades y pensó que era momento de plantarle cara. Serpenteaba por las calles de la ciudad sin un rumbo fijo, sin ideas ni ilusión en busca de la nada que no era más que él mismo.

No llega a apagarse del todo la ciudad porque jamás una ciudad se apagó, pero sí llega a cubrirla por completo la noche y con ella en las mentes de los menos privilegiados comienzan las tinieblas a hacer su aparición.

- ¿Qué es eso que se escucha allá a lo lejos?, ¿timbales?, ¿guitarras?, ¿cantos y alegrías... o es que solo interpretan para no dejar aparecer sus propias tristezas?. ¿Me acerco?, ¿dejarán que me acerque, o sigo hablando conmigo mismo sin dar la cara, huyendo de todos y de nada? sí, mejor dejo pasar otro día no sea que la vida pretenda darme otra bofetada.

Lo que ayer eran tinieblas hoy es bullicio y griterio, carreras, sirenas de coches, negocios, hipocresías, olor a dinero, competencia, envidias..., hoy un día más el capitalismo deja su huella en mi ciudad.

- Me veo algo sucio, pero no importa porque la gente no me ve!!, me gustaría tomar algo..., sobre todo beber, pero no tengo nada uff... Debo salir de este callejón por mucho miedo que me dé, debo enfrentarme a la ignorancia de tantas personas que no ven la vida como yo, y la verdad es que lo entiendo porque yo fuí como ellos algún día, y entiendo que como yo, ellos huyan de algo pero jamás me entenderán puesto que yo huyo de la vida y ellos andan huyendo de sus propias vidas.

- El día me resultará dificil, aguantaré lo que me digan. En realidad, ¿si no soy capaz de ofrecer nada por qué debo de exigir algo?, da igual, no importa aguantaré lo que me digan...
Me apresuro a la comida que me ofrece un buen hombre y con 20 duros me agarro al olvido del vino, así pasan las horas así hago el camino.

Cae de nuevo la noche en la ciudad, de nuevo vuelvo a estar conmigo mismo. Allá a lo lejos se escuchan los mismos timbales que ayer!!, hoy tocaba acercarse??, hoy??.
No, mejor dejo pasar otro día no sea que la vida pretenda darme denuevo un bofetada.

Mateo Mancha Suárez.
Mayo de 2000.

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